Se cultiva normalmente en Asia y su color es uno de los sellos más característico de esta especia. Tiene un color profundo, dorado anaranjado y se similar al jenjibre. En cuanto a su sabor, es picante, cálido y con una fragancia que no deja indiferente a nadie. Este condimento es consumido fresco en el sudeste asiático y secado/pulverizado en la India. Posee una gran cantidad de vitaminas y minerales además de ser rico en fibra.